Las palabras Recuperación del Duelo del Aborto pueden suscitar emociones fuertes. Pueden incluir sentimientos de vergüenza, arrepentimiento o autocastigo, pensar que no se merece llorar o curarse debido a la decisión tomada o aferrarse a la esperanza de que la recuperación es posible. Sea cual sea su estado de ánimo, le reconfortará saber que no está solo.
Todavía no he conocido a ninguna mujer que dijera que esperaba abortar algún día, pero el 24% de las mujeres han sufrido uno o más abortos a los 45 años, según el Instituto Guttamacher. Algunas de las muchas razones por las que las mujeres abortan son la presión o la coacción, la falta de apoyo o de medios económicos, una relación difícil, los malos tratos, y las justificaciones se acumulan hasta que se toma la decisión y se escribe ese capítulo en tu vida.
Tras el procedimiento del aborto, algunas pueden sentir un alivio temporal por el fin del embarazo, pero los sentimientos de confusión, tristeza, ira, arrepentimiento y desesperación pueden empezar a apoderarse sutilmente de ellas. Estas emociones pueden aparecer inmediatamente después o años más tarde y son difíciles de identificar en relación con el aborto pasado.
El aborto implica pérdida: pérdida de un hijo, pérdida de expectativas, pérdida de una relación, y cada una de estas pérdidas merece y necesita ser llorada. Con demasiada frecuencia, las mujeres se sienten solas, como si tuvieran que mantener enterrado ese capítulo de su vida. Con el paso del tiempo, el peso del secreto se convierte en entumecimiento emocional y autoinculpación, lo que afecta a las relaciones y a la salud mental personal. Tal vez te dijeron “no es para tanto” o “es lo correcto”, y ahora estás confundido por qué estás luchando, sin saber que tu decisión podría resultar en una angustia tan profunda. Esto puede provocar sentimientos de aislamiento y soledad por miedo al rechazo o a lo que los demás puedan pensar o decir.
Rezo para que sepas que no estás sola. No estás loco. Lo entiendo porque he pasado por ello. La esperanza, la redención y el perdón son posibles. Podemos llorar nuestra pérdida y encontrar el amor, el perdón, la restauración y la transformación de Dios. Nuestro silencio, secretos y ocultaciones sólo nos mantienen atados al dolor y a las mentiras. Pero Dios tiene mucho más para nosotros. Él es un Dios que perdona, tanto que envió a SU único hijo, Jesús, para que viniera y muriera por NUESTROS pecados (Juan 3:16). Dios sabía que íbamos a elegir el aborto antes de que lo hiciéramos, Él mismo se afligió por ello, y sin embargo nos sigue amando igual antes, durante y después (Hebreos 13:8). Su amor es insondable. Un amor que perdona rápidamente (Colosenses 3:13). Él es capaz de convertir nuestras cenizas en algo hermoso y nuestra desesperación en un espíritu de alabanza (Isaías 61:3). Él caminará a nuestro lado mientras sanamos y lloramos la pérdida de nuestros bebés y nos dará fuerzas (Deuteronomio 31:6). Él toma lo que Satanás quería dañar y lo usa para el bien (Génesis 50:20). Él convierte nuestras tinieblas en luz (Salmo 18:28).
Te invito a asistir a una clase de recuperación del duelo por aborto, para caminar con mujeres y aprender a procesar y elaborar el duelo por las secuelas del aborto. No está solo. Encontré mucho apoyo y ánimo con esta clase y desarrollé una relación más fuerte con Cristo. Ya no vivo albergando secretos permitiendo que Dios utilice mi testimonio. Esa libertad viene de Dios y tú también puedes experimentar su amor. No importa cuál sea tu historia o tus circunstancias, siempre serás bienvenido. Para más información, póngase en contacto con agr@choicesclinic.net.
